La
basílica del Pilar comenzó a construirse en 1681 y no se finalizó hasta casi
tres siglos después. El gran tamaño de la estructura contrasta con los 39
centímetros que mide la talla de la Virgen del Pilar. En 1936 se lanzaron
bombas sobre el Pilar y se considera un milagro que no llegaran a explotar.